martes, 29 de mayo de 2012

Arte y Filosofía I

El rococó: un arte para la frivolidad y la elegancia cortesanas.
La guerra de los Treinta Años rompió los moldes artísticos tradicionales de la Europa central y favoreció la introducción de la estética barroca. La influencia francesa alentó el ordenamiento de mansiones y jardines. En Viena, tres palacios ofrecen al espectador las peculiaridades propias del estilo: el del Príncipe Eugenio, el de Shonbrunn (1694) y el de Belvedere. Sin embargo, esta corriente, al confluir con la italiana, perdió sus características a mediados del siglo XVIII y se transformó en rococó (nombre con el que se designo el arte recargado de la época de Luis XV en Francia). En Potsdam, cerca de Berlin, Federico II el Grande hizo edificar una ciudad real, en donde el arquitecto Knobelsdorf (1699-1753) remodeló un viejo castillo para transformarlo en el palacio de Sans-Souci. Mansión y jardines fueron decorados y delineados, respectivamente, en el mas puro estilo rococó.
En  Francia, las artes del siglo XVlll reflejaron fielmente la frivolidad y elegancia de la vida cortesana. 
La arquitectura dejó a un lado la austeridad geométrica del clasicismo y evolucionó hacia una mayor gracia y seducción. La estructura interna de los edificios señoriales fue modificada y las piezas pequeñas, mejor adaptadas a la vida intima, reemplazaron a los salones de vastas proporciones. La ornamentación interna cambio por completo; desaparecieron las grandes columnas, los mármoles, bronces y estucos con que el barroco se había enriquecido. Aquella pasada decoración dejo paso a otra graciosa, de motivos ligeros y aéreos, aunque muy recargada: la del rococó (por alusión a los trabajos en roca, o rocaille, que se hicieron en os jardines de Versalles para crear grutas artificiales).
El estilo rococó (tambien llamado Luis XV) iniciado como decoración de interiores, abarcó después  la arquitectura, la escultura y la pintura.
Se caracterizo por el predominio de las curvas, guirnaldas y haces vegetales, y por la presencia de elemento chinescos. En la policromía, suave y delicada, prevalecieron el rosa y el celeste combinados con el oro de los sobredorados. En 1722, Luis XV fijó su residencia en Versalles y el palacio fue remodelado interiormente, conforme a las pautas del nuevo estilo.

Durante el siglo XVIII se originó en Francia y se expandió por Europa, el Rococó, decorativo y sobrecargado. Muchos intelectuales y artistas juzgaban el Rococó como superficial y frívolo, propio del gusto aristócrata y francés.

Página 280 - Historia (Segundo Curso) A-Z editora S.A.

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